Dogma de la Jauría

El espectador manipulado

Lars Von Trier decía que “una buena película debe ser como una piedra en el zapato”. Un cachetazo, una sacudida al mundo que construimos para así dar origen a un nuevo punto de vista, a una nueva reflexión. Tomar elementos, valores y símbolos naturalizados para mostrar su contracara, reelaborarlos y ponerlos en un lugar donde el espectador se estremezca.

¿Quién es nuestro espectador?¿Es acaso aquel que reflexiona sobre lo que ve o hace, aquel que construye una visión crítica sobre su mundo, aquel que busca una relación de sentido entre sí mismo, la obra y el mundo?

No, nuestro espectador es todo lo contrario, es el “espectador consumidor”. Este resulta mucho más difícil de llegar, porque solo mira aquello que le causa interés, mantiene la atención si eso lo entretiene y genera una relación puramente pasional y superficial con la obra y el mundo. Es fácil pedirle a un intelectual que reflexione sobre los medios, no lo es tan fácil para aquel al cual la sola idea de reflexión le aburre. Estos últimos son quienes alimentan y mantienen en pie el mundo y el sistema en que vivimos. Son los que consumen, los que se identifican con iconos, los que actúan en una constante búsqueda de pertenencia a través de las distintas herramientas que el mundo posmoderno le brinda. Su relación con su entorno, cada vez más determinado por la interacción digital, es superficial, es lejana, esta tan mediada que su acercamiento a lo concreto se torna prácticamente imposible. Este consumidor genera sus conductas, sus posturas, su identidad a partir de esta interacción superficial.

¿Cómo meterle la piedra en el zapato al espectador consumidor, ese que ve solo la superficie solo porque ir mas allá lo aburre? Nosotros optamos por usar su mismo lenguaje. Glaubert Rocha quiso levantar al pueblo brasileño contra el neocolonialismo con un lenguaje que entendieron los europeos, y que su propio pueblo rechazaba porque no lo entendía. Debemos tomar el lenguaje del consumidor, sus símbolos, sus códigos y estereotipos y volverlo contra sí mismo. Manipular al consumidor engañándolo, tomando aquello que reconoce y con lo cual se identifica y destruirlo, volverlo contra sí, para que se encuentre obligatoriamente reflexionando. Lars Von Trier utiliza este método en “Antichrist”, tomando la idea de la “naturaleza” como “la iglesia del Diablo”, o en “Nymphomaniac” teniendo piedad de un pedófilo. Solo con esos cachetazos el espectador puede entender que puede haber algo más allá de lo que ve y juzga a simple vista.

¿Qué efecto queremos lograr? El efecto “Dogville”. Buscamos que el espectador entre en un mundo ideal, que persiga los valores de la virtud, que idealice un mundo lleno de justicia y verdad, y que al final termine avalando el genocidio, la peor bajeza humana y que se sienta al fin, la peor especie habitante sobre la tierra. Para eso hay que engañar al espectador, entretenerlo, tender la carnada para que se sienta identificado con lo que ve, con lo que consume. Causarle una intriga que lo mantenga atrapado, hacerlo emocionarse, que se enamore, que odie y así llevarlo justo a donde queremos. Todo lo que lo identificó y emociono, ahora debe horrorizarlo, debe hacerlo cuestionar su lugar como espectador, entender su posición ante la obra y con ella su posición ante el mundo, quitarle la máscara de Apolo para que solo quede Dionisio y con él, la locura o la muerte. La muerte de todo el mundo que construye día a día y que ahora ya no es el mismo.

El Dogma de la Jauría

Lo que buscamos es des-idealizar los elemento naturalizados por la sociedad de consumo. El amor, la naturaleza, la pasión y la bondad, ya no son atributos de este mundo. La humanidad y su entorno llevada al plano de lo crudamente real, para sacar al espectador del plano de confort.  ¿Por qué el dogma de la jauría? Porque eso somos, un grupo de seres que individualmente no son nada, pero cuando encuentran pertenencia se vuelven animales salvajes que ladran, muerden y segregan al individuo.

-         -  Mediatización: Hablamos siempre de una realidad mediada, atravesada por el medio y la tecnología, naturalizada por el humano, de modo que éste se distancia cada vez mas de su entorno. Ni el personaje, ni su sociedad, ni el propio espectador tendrán un alcance verdadero a lo que sucede, pues todo lo que sucede debe estar mediado de alguna forma. El espectador podrá generar  opinión únicamente a través de ese alcance distanciado a todo lo que ve.
-       Distancia: Los planos deben definir una distancia entre el espectador y el personaje. Es importante dar la sensación de lejanía al relato, para lograr cercanía al espectador.
-       Extrema naturalización: No tomamos la naturaleza como un estado idealizado de las cosas. Para nosotros ésta es un sistema frío, sin parámetro de justicia, bien o mal: simplemente es. El elemento natural estará fuertemente presente en la serie, para marcar aquello de lo que el hombre no se puede despegar, por mucho que lo intente. Si hay perros, estos deben mostrarse totalmente desidealizados, gruñidos, ladridos, salvajismo y violencia. Eros y tánatos son la leyes principales de la natura.
-       Personajes: el protagonista no es un personaje en particular, es la sociedad, es el espectador, todo lo que sucede es a causa de un entorno humano que se relaciona superficialmente con el mismo. Si bien son historias de personajes, lo importante es llevar los destinos de los mismo por acciones naturalizadas por el espectador, este debe ser causante y culpable de lo que le sucede al personaje.
-       No MRI: No se puede contar una historia como un cuento, en la serie no hay un principio o final determinados, algo había antes de empezar y algo habrá luego de terminar. Para evidenciar la mediatización queremos contar en piezas, como un rompecabezas, armado estratégicamente para manipular las sensaciones del espectador, un rompecabezas circular sin principio ni fin.
-       Tecnología: Mc Luhan sostenía que las tecnologías aparecen, pero es el humano el que les da un uso determinado. Del mismo modo, la tecnología acá va a tener un lugar importante, pero el foco estará en el uso en el que el humano la utiliza. No es la naturaleza atravesada por la tecnología, sino la tecnología atravesada por la naturaleza erótica y tanática del hombre.